La muestra helvética será el escenario elegido por Polestar, la sub-marca eléctrica de Volvo, para mostrar al Polestar 2. Éste es un auto poco común, pero que al final del día es bien Volvo. Lo decimos porque los suecos son prácticamente los únicos a quienes se les ocurriría hacer un sedán-tipo-crossover, como el S60 Cross Country.
Montado sobre la plataforma CMA de Volvo (la misma que sustenta al XC40 y al Lynk&Co 01), el Polestar 2 usa las baterías en su suelo como parte de la estructura, para mejorar su comportamiento inercial y rigidez. Es impulsado por dos motores eléctricos (delantero y trasero), que le permiten desarrollar 402 CV y 660 Nm de torque, los que se alimentan de la batería previamente mencionada, la que tiene una autonomía cercana a los 500 km.
Su interior apela al minimalismo, con una gran pantalla de 11" en disposición vertical, herencia de Volvo, aunque flotante en este caso, la que opera con un sistema operativo Sensus basado en Android, uno de los primeros de la industria. Algunos detalles dorados, como los cinturones de seguridad, le añaden un toque especial. Este color, firma de Polestar, también lo veremos en la interfaz gráfica.
También llama la atención la disponibilidad de un interior fabricado con materiales ecológicos. No busca imitar al cuero o la madera, sino que quiere presentar una decoración más moderna y acorde al estilo del auto. Todo será intuitivo: el sistema Android permitirá que los comandos por voz sean muy naturales y apenas entrás, el modelo estará encendido, sin botones ni llaves de por medio.
Para los entusiastas, tal como siempre ha sido la filosofía de Polestar, hay opcionales como pinzas de freno Brembo, llantas de 20" y suspensión Ohlins ajustable.
¿Precio? Entre USD 45.000 y 63.000, lo que lo hace bastante accesible si consideramos su segmento. Comenzará a venderse en algunos países de Europa, China y Estados Unidos.