El viajar es un placer… Seguramente los diseñadores del doble chevrón nunca escucharon esta canción, pero con este concepto apuntaron directamente a su espíritu. El Tubik es un monovolumen inmenso, de estilo retro y sistema de propulsión híbrido cuyo interior ofrece todo tipo de configuraciones, incluyendo una inmensa cama que permite disfrutar de la vista panorámica o de una ancha pantalla multimedia.
La inspiración en el legendario Citroën TUB (Traction Utilitarire Basse), especialmente en su evolución el Tipo H de post Guerra, es evidente en su carrocería metálica con la sección frontal más angosta y alargada, y la parrilla vertical. La sensación de blindaje se potencia con el uso del blanco en los extremos que parecen insertarse dentro del caparazón en acero pulido.
El Tubik ofrece dos espacios bien diferenciados, el del conductor, visualmente envuelto en su propia cápsula, y el de los pasajeros. El primero cuenta con un estilo techno con pantalla en el centro del volante y un inmenso Head-Up display formado por una lámina curvada. En cuanto a los pasajeros, el ambiente está inspirado en la arquitectura, desde los colores hasta los materiales con asientos en fieltro, respaldos y paneles de puerta en seda, y suelo en cuero.
El confort de viaje se magnifica con una celosía y amplio cristal panorámico que permiten ver el exterior sin ser mirados. Los asientos independientes permiten múltiples configuraciones, la fila delantera se acomoda hacia adelante o mirando a los pasajeros. La fila intermedia puede transformarse en mesa o una inmensa cama desde donde ver la pantalla multimedia. También puede esconderse liberando un espacio de 2 metros cuadrados.
Mecánicamente, el Tubik utiliza el sistema HYbrid4 con un motor de combustión que mueve las ruedas delanteras y otro eléctrico asignado a las posteriores. Sus inmensas llantas de 22 pulgadas están unidas a suspensiones hidroneumáticas activas, un clásico de Citroën desde la invención del revolucionario DS.