La sangre en tu cuerpo, agua en el desierto y aceite en un motor, todos ellos son elementos vitales. Sin ellos, alguien o algo puede morirse.
El aceite es un lubricante esencial para tu motor. Permite que el metal roce contra metal sin dañarse. Por ejemplo, lubrica los pistones cuando se mueven de arriba hacia abajo en los cilindros. Sin el aceite, la fricción del metal sobre el metal crea tanto calor que eventualmente las superficies de ambos se soldarían una con otra, por lo que el propulsor dejaría de trabajar.
Por otra parte digamos que tu motor tiene bastante aceite, pero nunca se lo cambias. Dos escenarios definitivamente pasarán:
- La suciedad se acumulará en el aceite. El filtro removerá la mugre por un rato, pero eventualmente éste se tapará y el aceite sucio automáticamente lo sobrepasará a través de la válvula de desahogo. El aceite mugroso es grueso y abrasivo, lo que provoca más desgaste en las partes metálicas.
- Los aditivos en el aceite como detergentes, dispersantes, reductores de fricción y elementos anticorrosivos se gastarán, por lo que el aceite dejará de lubricar tan bien como debería.
Eventualmente, el aceite se va ensuciando cada vez más, por lo que dejará de lubricar, el motor se desgastará y fallará. Pero no te preocupes, esto no pasará si olvidaste hacer el cambio de aceite por un mes o te pasaste algunos kilómetros del intervalo recomendado para hacerlo. Tendrías que dejar correr por mucho tiempo el aceite –miles de kilómetros- antes de que pueda causar una falla grave.